viernes, 30 de marzo de 2012

ELOGIO A MUJERES CON GAFAS DE LUNA








Queridos e inexistentes amigos/as
Les recomiendo la lectura de esta obra por muchas más razones que las siguientes:
Empezando por el título «Mujeres con gafas de luna», más que una metáfora, es una fractal de Mandelbrot, una fuente, un manantial, un surtidor de metáforas… ¡qué espléndido! ¡qué abismático! Su magnífica portada, ideográfica, sintetizadora, sugestiva, para mi, significa "Kultura Popular Kanaria". Una perla que no debe pasar desapercibida es la dedicatoria del libro «a los arboles», qué nivel!...
Si nos centramos en su rico contenido, creo que «debemos esperar lo inesperado, sino no lo encontraremos» (Heráclito); particularmente, paso a hacer unos humildes comentarios, dada mi abundante ignorancia, escasa inteligencia, minúsculo, agujerado y fragmentado conocimiento, y, mi, cada vez más, gran ociosidad.
¡Alerta!, aviso para navegantes, os advierto y apercibo, de que para mí, este libro es una verdadera «obra de arte», es la obra culminante de la autora y como tal, imposible de abarcar en todas y cada una de sus facetas (sin menoscabo de lo que pueda seguir escribiendo en el futuro).
El que busca a un sabio, tiene que serlo el mismo antes (Empédocles)… yo no lo soy… que pena…
Esta obra corta, que se lee muy a gusto en un par de horas, como cualquier otra obra de arte, a mi juicio, conecta cada uno de los elementos, objetos, personajes y conceptos de los que trata, con el resto del Universo, como la vida misma, todo conectado con todo. Todo lo cual dificulta enormemente su crítica o comentario sin dañarla. Su autora mediante un nexo mágico, plasmático, no visible, “no tangible”, deja todos sus elementos interconectados y formando parte de la realidad intemporal en la cual inmediatamente quedamos dulcemente atrapados; nos hace revivir las reminiscencias que en algún lugar se esconden, tal vez, en nuestras «células madres» y en sus genes, que como canarios poseemos, queramos o no…
He oído comentar que este libro es la historia de una mujer joven, a otros, de una mujer mayor, a otros, de una niña en que la autora se auto-identifica, ¡qué disparate!, respetable, pero disparate. Qué difícil y falso es comentar un libro, criticarlo, entenderlo, resaltarlo, cuando se hace por compromiso, donde se oculta lo que verdaderamente se siente y se disfraza o dice, pobremente, lo que conviene, lo que interesa. Creo, por suerte, que no es mi caso.
Conozco menos de lo que quisiera a su autora; pero, ya en el relato «Nunca me regalaste una flor», un libro duro, emboscado, durísimo, crudo, desesperado, cruel si se quiere, pero lúcido, sufrido, padecido y vivido; en ese entonces me encontré sorprendentemente con un «diamante en bruto», nada más, pero, nada menos… Ahora en «Mujeres con gafas de luna» me encuentro ese diamante con luz propia, refulgente, iridiscente… culminado…
A mi escaso juicio, veo en la autora, una «rebelde», que se «rebela» (no quiere obedecer) con todas sus fuerzas; ya casi agotada, defraudada por las innumerables luchas entabladas, la mayoría, como no podía ser de otra manera, perdidas o fracasadas; pero aún con la fe, la fuerza y el brío suficiente del que no desiste… del que resiste… de la que se resiste… porque se sabe poseedora de un alma indomable y conocimiento no científico, no cuantitativo, no demostrado, pero sí intuitivo, real, verdadero, auténtico… Por supuesto, no presume de su saber, pero se lo curra y lo defiende hasta el final, con el último hálito o aliento de su pluma...
Si leemos la obra, atenta, sosegada y placenteramente, pronto caeremos en la cuenta de que, tal vez, se pueden añadir o quitar algunas comas, añadir o quitar alguna palabra, pero, la esencia, su sabor, su olor, su calor (un pensamiento imaginario como todas las «cosas», siguiendo a Descartes), su «mensaje social» vertebrador, permanecerá firme e inalterado, atravesando nuestra mente como una flecha a su propio blanco.
La fantasía de la autora, su imaginación, «casi» real, «mejor que real», pues sintetiza portentosamente muchas realidades y las pone a nuestra disposición, permitiendo revivirlas, haciéndolas parte de nuestro propio acervo, de nuestras propias vidas. Creo que en un «mundo actual» desbordado por todas partes con la ingente «información», necesitamos urgentemente autores que «entiendan» y nos sinteticen el abismático mundo en el que vivimos.
Al intentar comentar el libro, me siento desbordado, es totalmente increíble, que en «casi» cada página encontremos valiosísimas perlas, útiles para nuestro conocimiento, formación y disfrute. Por poner uno de tantos ejemplos, en algún momento, de repente, con sublime perspicacia y profunda psicología, la autora nos presenta “una «paradigmática sonrisa», inmune a la medicación, a la alopecia y a la obesidad que tiene el poder de imantar a las personas”. Y así, incontables perlas, hasta «casi» el infinito…
En «casi» cualquier página, por no decir en todas, con innumerables y geniales metáforas, la autora va “desgajando” historias que se entremezclan sutilmente; abriendo a su vez, magistral, esquemáticamente, otras innumerables historias, que el lector se verá obligado, como en una especie de entrenamiento deconstructivo, a construir desde su propio interior, recorriendo y vivenciando sus propias respuestas y experiencias, desde una nueva perspectiva, entrecruzándose al mismo tiempo, con las directrices marcadas por la autora. Después de leerla ya no seremos los mismos de antes… además unos nuevos seres, algunos anónimos, se entrecruzarán y nos acompañarán formando parte de nosotros, de nuestro conocimiento social… Pancho, Feder, la niña, Joaquín y doce más…
A la vuelta de una página inesperada, nos sorprenderá una «lágrima impertinente» propia, pero de placer, porque sentimos con dulce y paralizante añoranza, que «Joaquín» nos abraza en nuestra tierna infancia, sentimos su calor, sus rudos brazos de campesino que apretuja nuestra infantil ingenuidad, nos estrecha contra sí mismo.
…¡Mira la hija de puta!...
Creo que es una superlativa ingenuidad, pensar que la autora se identifica con alguno/s de los personajes. La autora con un magistral toque, esquemáticamente, en dos pinceladas, nos muestra los rasgos sintéticos de los caracteres profundos de la personalidad de los protagonistas (16 en total), facilitando o, tal vez, forzando a que, seamos nosotros los que terminemos de reconstruirlos con nuestro propio bagaje mental, permitiendo y provocando que se sumen a nuestra propia experiencia. 


Más que la importancia de los personajes, que entran en escena en el momento justo para enhebrar la historia e inmediatamente vuelven a desaparecer; yo resaltaría la relación que queda establecida entre ellos, «casi» cotidiana, pero como la realidad misma, profundamente azarosa y mágica, para el que sabe entenderlo. Creo no equivocarme mucho, afirmando que para la genial autora, los verdaderos protagonistas de la obra somos «cada uno» de nosotros, sus lectores.
Por tanto difiero de aquellos que piensan que el libro está hecho y va dirigido a mujeres (¡que absurdo!), o siquiera para entender a las mujeres; sería un reduccionismo innecesario. Detesto los beatos. Siempre me han parecido insoportables las beaterías, tanto los beatos de la virgen de Candelaria, como los beatos de la Cultura, de las Matemáticas o del Feminismo. Sin apropiarme de los derechos, pienso que este libro recoge una Historia con mayúscula, una historia como tiene que ser contada con sus circunstancias y perspectivas, la de la propia autora insospechada y formalmente objetiva. “Hay tantas realidades como puntos de vista, el punto de vista crea el panorama”(Ortega y Gasset). Además, es una dolorosa Historia Canaria, lagunera, de una inmune «casi» Medieval Laguna, y paradójicamente, de noche, tal vez, ultra-moderna y actual.
Con personal visión metafórica, nos muestra los paradójicos y traumáticos errores cometidos en «Nuestra Historia Canaria», recientísima, casi presente, actual; destaca algunos «abusos» ocasionales, o atropellos esporádicos, pero por encima de todo y sobre todo, resalta los verdaderos abusos que son, nada más y nada menos, que los «usos» cotidianos, o sea, los que han degenerado y se han convertido en uso habitual, y que se siguen cometiendo día tras día, en nuestra triste e indolente sociedad canaria, sin que la mayoría, repare en ellos, y se rebele contra toda obediencia cómplice: político, económica, religiosa, social o jurídica.
Visto lo ciego, sordo, frío e inerte que somos como humanos, con las escasas y curtidas fuerzas que le quedan, defraudada en no pocas luchas, en intentos de descuartizamiento de la realidad y de sí misma (“Nunca me regalaste una flor”), ahora por último, más macerada, recogiendo los mil trozos y pedazos, nos ha fabricado psicológica, literalmente, con mucho esfuerzo, y lo que es de agradecer encomiablemente, «con mucho cariño», unas «gafas de luna», para que podamos humanizarnos un poco, para que, al menos de vez en cuando, y todo lo a menudo que queramos, nos las pongamos y nos atrevamos a ver la realidad tal y como es; para ver y mirar de otra forma, auténtica; la realidad de tu sociedad, de tu abuelo, de tu madre, de tu hermana, de tu amigo, y principalmente la nuestra, la realidad propia.
Ahora, preñada de experiencias, vivencias observadas con fino tiento, con paciencia infinita, intenta advertirnos por enésima vez, «que no», que las cosas no son como las estamos diciendo, como creemos vivirlas, que la realidad es otra. Disfrazada de musa nos chilla sorda, cariñosa y silenciosamente; sopla suave, sensualmente en nuestra oreja, en nuestro hipotálamo, para que despertemos de una puñetera vez y no andemos en la somnolencia de los medios de comunicación, abstraídos y apegados a nuestro egoísmo inmediato donde todo se compra y todo se vende, apoyado y basado en la inculcación del miedo por los poderes de siempre: económicos, políticos y religiosos… A los cuales, por supuesto, no les gusta las Gafas de Luna, y desde su «avaricia insaciable» dicen, que son inexactas, exageradas, antisociales…
A pesar de las numerosas cicatrices, huellas de sus innumerables batallas a lo largo de toda su vida (existen indicios razonables de que no solo literariamente) la autora sigue abriéndonos un hueco en su humilde mundo despedazado, junto a su regazo, prometiéndonos verdadero calor humano, y sin perder del todo la esperanza, como Don Quijote, “…magos y duendes podrán arrebatarme los honores y las riquezas, pero jamás el Valor para la lucha”.
Me ha satisfecho mucho la profusidad del «vocabulario canario popular» presente a lo largo de todas las páginas, preciso, certero y bien ejecutado. ¡qué placer!

Al menos en Canarias, creo que el verdadero sentido de la palabra «mago» se utiliza para hacer referencia a una persona poco culta, en el sentido academicista, rural, campesina, y no pocas veces, muy a mi pesar, se le da el sentido de paleto, ignorante, bruto, ingenuo, tonto, bobo… La autora ha sabido de manera sublime, sintética, entrar en lo profundo de la psicología del verdadero «mago canario» y enaltecer sus profundos valores éticos y morales, sentimentales si se quiere, y superponerlos a una altura inalcanzable para los academicistas o doctos en la ciencia… constructos como el «amor» y el «sentido de la vida» son genialmente tratados desde esta perspectiva.
Hay personas que leen, según propia opinión e ignorancia, para pasar el tiempo, y por lo general prefieren libros largos y pesados, como siempre respetable; en mi opinión es mejor leer para: vivir, disfrutar, conocer, sentir, por eso estimo y resalto, «muy mucho» la brevedad y síntesis de esta historia y comparto con B. Gracián “Lo bueno si breve dos veces bueno, y lo malo si corto no tan malo”.
Al igual que hay libros preferentemente infantiles, a mi entender, este es un libro preferentemente para adultos (desde el final de la adolescencia a la vejez). Para los primeros será una fantástica historia canaria, lagunera; luego, poco a poco, a medida que avanzamos en la edad de los lectores, y vamos sumando experiencia, en la lectura de la obra, irán apareciendo, figuras «casi» fantasmagóricas, rasgos de personalidad y carácter, cercanos, conocidos; dimensiones metafísicas del «tiempo» real y movedizo; el rico léxico de palabras «casi» olvidadas, de la cultura popular, que traen a nuestra memoria magníficos recuerdos perdurables; verdaderos cifrados, y descifrados, de la vida misma (esa gran desconocida).
Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo (Ortega y Gasset). Pienso que contribuyendo, fomentando, difundiendo la lectura de este libro, me beneficio a mí mismo, crezco, me formo, al reconocer mi propia cultura, mis propios valores, mis propios principios. ¡Qué fácil es defender, elogiar lo que verdadera y firmemente se cree!
Podría estar escribiendo páginas y páginas comentando las numerosas y valiosísimas joyas que posee esta obra de arte, o tal vez, las luces que se encendieron en mi, con la hermosa lectura de “Mujeres con gafas de luna”, pero me resigno con una triste página, que sigue creciendo, convencido de que “Toda palabra dice algo más de lo que debiera y también menos de lo que debiera expresar” (Ortega y Gasset)
Qué triste y miserable es un pueblo, que no reconoce a las personas que luchan por sus bienes o acervo cultural. Creo que ya lo decía Nietzsche o Napoleón (no me hagan mucho caso) “La grandeza de un pueblo, no está tanto, en tener hombres y mujeres fuertes que luchen y defiendan su identidad, sino en que sus gentes sepan reconocerlas, estimarlas y seguirlas.”

Cesar Mesa


lunes, 19 de marzo de 2012

El Huerto IV



   Sección dedicada al comentario de la actualidad económica. 



Por F. Herráiz  

“No sabemos lo que pasa, y eso es lo que pasa”                                                                        J. Ortega y Gasset  

19 de Marzo de 2012. Hoy hablamos de:




¿Se atacará Irán? Veamos los hechos recientes:
  • Enero 2011. El Pentágono filtra documentos donde se alude a los planes militares de la operación.
  •  31-12-2011. El presidente Obama promulga una nueva ley de bloqueo financiero a capitales iraníes.
  • 14 -1-2012. Japón y Corea del Sur se suman al embargo de crudo.
  • 22- 1-2012. Barcos de guerra norteamericanos, ingleses y franceses se posicionan en el estrecho de Ormuz.
  • 23-1-2012. La Unión Europea acuerda secundar el embargo a partir del 1 de julio.
  • 7- 2-2012. Se hace público que China y en menor medida India, recorren el mundo en busca de suministros alternativos al petróleo iraní.
  • 14-2-2012. El jefe del Estado Mayor del ejército ruso advierte que un ataque a Irán sería catastrófico.
  • 22-2-2012. El gobierno ruso reitera su oposición a las amenazas contra Irán.
  • 25-2-2012. León Panetta, secretario de defensa USA, manifiesta que hay muchas posibilidades de que Israel ataque, aunque no cree que las autoridades iraníes hayan decidido aún sobre la fabricación de artefactos nucleares.
  • 19-2- 2012 Irán cesa de suministrar petróleo a Francia y Reino Unido.
  • 20-2-2012. China critica el cese de suministros.
  • 24-2-2012. La CIA opina que Irán no ha hecho avances significativos en materia nuclear, y que está lejos de conseguir la bomba.
  • 28-2-2012. Treinta y dos senadores estadounidenses de ambos partidos (de un total de 100) presentan una resolución que urge intervenir en Irán.
  • 5-3-2012. Tras entrevistarse con Obama, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, declara que “no podemos esperar más tiempo” Este por su parte afirma que aún existen posibilidades de negociación, pero que “Estados Unidos siempre cubrirá las espaldas a Israel”
  • 6-3-2012. Catherine Ashton, en nombre de la Unión Europea, anuncia nueva ronda de negociaciones con el régimen de los ayatolás.
  • Marzo 2012. Los tres candidatos favoritos en las primarias republicanas compiten en azuzar al presidente Obama en el camino de la guerra.
Por lo que se percibe que:

-Tanto el gobierno como la mayoría de la opinión pública de Israel apoya el ataque preventivo.
-Rusia se opone frontalmente a tal posibilidad.
-China e India, a pesar de que...

viernes, 9 de marzo de 2012

El mundo de Murakami


(...Los dos se quedaron mirando de pie, delante de la taquilla de la estación de Shinjuku. Fukaeri lo miraba a la cara mientras lo agarraba de la mano. La gente pasaba apresurada alrededor de ambos. Como la corriente de un río...)
   Haruki Murakami
                                                         


Haruki Murakami ejerce sobre mi un extraño sortilegio, cuando leo uno de sus libros cualquier cosa me parece posible, empiezo a entender conceptos tan abstrusos como los gusanos del tiempo y los agujeros negros, me veo a mi misma trascendiendo más allá de la vida cotidiana donde todo está medido, pensado y delimitado genética y socialmente, desde mucho antes de que mi bisabuelo inseminara a mi bisabuela. El tiempo se dobla como un pañuelo, camino por un estanque lleno de nenúfares muy digna de tener en cuenta, puedo entrar en el fondo de un pozo retirar la escalera y no sentir ni pizca de miedo, los monstruos más peligrosos son los que habitan en nuestro pensamiento, en nuestros recuerdos y en las situaciones sin resolver que se enquistan bajo los pliegues de la memoria y acuden a asustarnos a poco que reine la oscuridad y el silencio.
Si antes no era capaz ni de alongar mi cabeza en dirección al pozo, leyendo a Murakami, me veo dentro de él como Kafka su personaje “de Kafka en la orilla”, mis manos de pronto se vuelven dúctiles o duras como el mármol en función del conflicto que toque resolver, lo mismo sucede con los sabores o los olores, Murakami nunca deja un fleco sin resolver, sus criaturas son elegantes y comen frugalmente, son limpias , parcas y enfrentan el mal, que siempre se encuentra justo debajo de la riqueza la opulencia y el éxito social, será por eso que yo quisiera vivir por siempre en una novela suya, entrar en ese minimalismo existencial donde el pensamiento preside el milagro de las cosas que suceden pero no se descuida el equilibrio de todo lo que se ve y se toca, la elegancia que adorna a cualquier personaje de Murakami en el vestir o en sus gustos intelectuales tal vez es solo su álter ego que necesita de toda esa armonía para no despegar más allá de la realidad y entrar definitivamente en ese gusano espacio tiempo que él conoce tan bien.
El mundo de Murakami tiene un orden muy similar al que tenían mis mundos creados en el espacio exacto donde me encontraba en cada momento cuando era niña, era capaz de recrear mi hábitat completo en el hueco de una escalera, en el asiento de una guagua, o en una esquina de la consulta del médico mientras esperaba, mi mente se entretenía creando un lugar para vivir, desafiando las leyes de los espacios y los volúmenes, como si yo misma fuera elástica y estuviera rodeada de objetos de la misma naturaleza.
Literariamente declaro que amo a Murakami por sobre todas las cosas.
 
                                                         Juana Santana
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jueves, 8 de marzo de 2012

Sin destino


  Otra pequeña brisa que llega hasta mi olfato, proveniente del portal que genera estruendo al ingresar otro condenado. Una turbia sensación fría y grisácea con aroma a encierro más que a libertad. Invadiendo mis dos únicos sentidos y sentenciándome a otro ciclo cumplido en este andurrial. Así mido el tiempo, porque no puedo ver el día o la noche. Mi etéreo cuerpo se siente pesado, y desganado. El infinito tiempo es más frustrante que el perpetuo lugar. Pues no estoy encerrado, más bien perdido en un desierto sin fin, que en lugar de tinieblas posee una abundante luz, tan radiante que me cegó los ojos del alma hace muchas brisas. Vago sin rumbo y a veces me estanco.
  Un castigo corporal y doloroso sería menos humillante, que la eterna soledad de moverse sin tiempo y espacio. Otra brisa que se oye a lo lejos. ¿Por qué no puedo advertirlos? si ellos están condenados al mismo sitio. Mis pensamientos son cada vez más humanos, como alguna vez lo fui. Sigo desplazándome por el desierto, sin convicción aparente de que encontraré algo, o nada. Aquí estoy en un mundo infinito, encerrado, donde los límites no terminan ni en millones de brisas trasladándome, y dónde éstas no se hacen más claras o más lejanas. Pues siguen allí, perturbándome, como si no me hubiese movido nunca y tan sólo lo imaginara. No siento dolor, ni sed de venganza. 

  No percibo paz ni puedo palpar el camino. No veo, y tan sólo olfateo y oigo el susurro latente de una corriente, que marca mi indefinido tiempo y me tortura más y más con su insignificancia. ¿Qué más tormento que la ignorancia total, no del mundo, sino del universo entero? Si alguna vez puedo salir de aquí será por alguien más. Y eso es aún más degradante que mi interminable destino de desdicha. Otra brisa más. Es la tercera. Se ha cumplido un día más en esta prisión. Y continuo deambulando, pues ni siquiera tengo el don del agotamiento. Sólo de mi rutinario caminar sin fin.
Marinyo Adorian
http://marinyo-adorian.blogspot.com/

sábado, 3 de marzo de 2012

Así es


El áspero aliento de la cordura acecha tras la rendija que se deja ver entre la inmanencia y la nostalgia. La pantalla en blanco y negro, los días, el sabor dormido de la felicidad.
Cavar una fosa y vomitar. Cerrar la fosa y volver a vomitar por si queda algo. Así es.
Así somos tu y yo. Yo y tu, diferentes pero iguales, como toda aquella muchedumbre que nos mira. Protagonistas desvirtuados de una vida no elegida pero sí muy bien interpretada, usamos las banderas o las barreras cuando viene al caso, el miedo nos cala los talones.
Huimos orgullosos de la imagen que devuelve el iris ajeno, por no aceptar la humillación de postrarnos ante la muerte y vanagloriarla en su eterna victoria. Besar uno a uno sus huesudos pies y aceptar la derrota. Por lo menos mientras la lozana juventud nos sonroje las mejillas, luego ya veremos.
Ella nos miraría, sólo con las cuencas, pues ojos no tiene, ni falta que le hace porque ella lo puede ver todo, como lo pueden ver todo las madres, que incluso en la distancia presienten las angustias de sus hijos, porque de ellas salimos, somos de su carne, conocen todas y cada una de nuestras esquinas. Ella nos miraría con esa desdichada compasión y prometería protegernos, siempre. Nunca nos abandonaría. Y así es.
Corremos, nos negamos a abdicar, queremos trascender. Trascender para no morir, morir obviando que de hecho, morimos desde siempre. Divertida farsa que nos priva de cavar una fosa y vomitar.
Y así somos tu y yo. Yo, tu y la muchedumbre que vemos desde aquí, perdidos entre la inmanencia, la nostalgia y ese áspero aliento que nos acecha tras la rendija. Tan diferentes y tan iguales, con los talones calados todos. Bien, ya está. Cierro esto. En breve volveré a vomitar, por si queda algo.


viernes, 17 de febrero de 2012

Lectura recomendada


Que alegría me produce leer, escuchar, este esplendido relato corto, preñado de ideas, conceptos y análisis de la realidad, intemporal, actualísima, instantánea, en que la humanidad y sus relaciones sociales, ha venido a parar, o más bien a caer estrepitosamente.
La sensible y especial mirada de su autora, sencilla en la prosa, sutilmente escogida, pero certera, contundente y profunda en su objetivo, que es capaz de penetrar y atravesar capas y capas de la realidad convencional hasta llegar al núcleo central del ser humano mismo, hasta su nauseabunda realidad de espécimen humano, rodeado y atrapado en una sociedad resueltamente egoísta, falsa e hipócrita.
Con un don y una habilidad insospechada, tremendamente poderosa, la autora nos informa, nos forma, nos estrega en la cara, lo que para ella no pasa desapercibido, lo que no podemos ocultarle. Su análisis de la realidad, donde está en juego nuestra ética, nuestra moral, nuestra honestidad, entremezclada en un casi-juego teatral de La Gran Farsa Social, queda comparada, humillada, ante unos simples insectos (para algunos repugnantes) que en su natural devenir, no nos hieren en lo más profundo de nuestras emociones o sensibilidades, simplemente siguen su camino; tal vez, por eso puedan ser más aceptables o preferibles en estos ámbitos.       
El o la protagonista claramente se niega a jugar, a pasar por la rutina diaria, por la lucha para ocultar, disfrazar, negar la verdadera realidad de lo que somos. En el mundo actual… necesitamos gente así, que se niegue a seguir al rebaño, que se sienta feliz de ser así y que nos alumbre hacia otra realidades con más peso, con más relevancia, más estimables.
Me asombra, me gratifica, ver como la autora con su perfecta disección de un instante, lo convierte en un amplio mundo donde se suceden intrépidamente innumerables hechos y acciones, y al mismo tiempo, genialmente, su persona queda inmersa dentro de su propia observación.
Tras el inicial preámbulo, magistral, pedagógico, donde el hastío que nos provoca jornada, tras jornada, el fracaso continuado en nuestra organización y casi perpetuos anhelos, la autora nos lleva al momento culminante de su relato. Tal vez no exagero si afirmo, que la autora, en una especie de conjuro nos atrapa y encadena a una realidad que nos asusta, que nos da miedo, pero de la cual, ya, más nunca, podremos escapar.
Tal vez, no hoy, no mañana, no se sabe cuándo, abriremos una puerta y sentiremos esa misma sensación extraña, que como haciendo un guiño al propio Aristóteles y su hilemorfismo entre la materia y la forma, nos atrapará incomprensiblemente.
Felicidades Regina
Gracias Regina
César Mesa


"Tras la puerta"

martes, 14 de febrero de 2012

El Huerto III

  Sección dedicada al comentario de la actualidad económica. 

                   



Por F. Herráiz                  
                                       

                                    “No sabemos lo que pasa, y eso es lo que pasa”
                                                                                    J. Ortega y Gasset

10 de Febrero de 2012. Hoy hablamos de:


Allá por el otoño de 1992 Bill Clinton, joven y telegénico gobernador de Arkansas, aspiraba a convertirse en presidente de Estados Unidos. Para lograrlo, debía derrotar en las urnas a George Bush padre. La empresa parecía harto difícil, pues el presidente en ejercicio acumulaba un impresionante currículo en política exterior: había visto caer el muro de Berlín, y obligado a morder el polvo al archienemigo iraquí.
James Carville, estratega del Partido Demócrata, comprendió que debía centrarse en los puntos débiles del rival, e ideó una tabla de eslóganes para uso interno de la candidatura. ¡Es la economía, estúpido! fue uno de ellos. La expresión hizo fortuna y se convirtió en el lema oficioso de la campaña de Clinton.
Tras su inesperado triunfo, la frase adquirió ribetes de profecía o premonición, perdió gran parte de su carga ofensiva, y su uso se extendió para describir todo tipo de situaciones en las que se cometen errores de bulto, o se presta atención al detalle y se olvida lo fundamental.
El 27 de marzo de 2007, el presidente del gobierno del Reino acudió a un programa de televisión. Se le preguntó si llegaríamos a los 3 millones de parados. Rodríguez Zapatero esbozó una sonrisa, y dejó bien claro que “de ninguna manera entraba en las previsiones del gobierno”. En aquel año proliferaban las sonrisas.
Más o menos por las mismas fechas, Santiago Niño Becerra, economista catalán entonces poco conocido, acudía a otro programa y vaticinaba que pasaríamos de los 5 millones. La afirmación fue recibida por sus contertulios, todos expertos en la cosa economía, con aspavientos y carcajadas contenidas.
Ya bien entrado 2009, el gobierno hubo de reconocer que la situación era grave. Rodríguez Zapatero ya no sonreía. La oposición y la ciudadanía le reprochaban no haber visto venir la crisis, y manejar datos y previsiones económicas fantasiosas.
Nadie nos avisó, respondió el presidente, y el Reino se quedó (o debió hacerlo) con la boca abierta. Lo cierto es que no mentía. Nadie nos avisó. Y cuando decimos nadie nos referimos a aquellos que debieron hacerlo: el FMI, la FED, el Banco Mundial, la OCDE, la Comisión Europea, el BCE, el Banco de España, la CNMV, las agencias de calificación, los centenares de fundaciones y gabinetes de estudio de bancos, cajas de ahorro, aseguradoras.., y por supuesto el gobierno del Reino.
Hoy, la mayoría escurre el bulto y apoyándose en uno u otro informe ambiguo (todos lo son en cierta medida) se apuntan al ya lo decía yo. Pero la verdad a pies juntillas es que lo que se nos vino encima no fue anunciado por ninguna de las instituciones económicas encargadas de hacerlo.
¿Qué ocurrió? ¿Cómo fue posible un error de tal magnitud? Y..., ¿qué dicen los protagonistas del desaguisado?
En general, se ha pasado de puntillas sobre tan comprometedor asunto, pero alguna explicación había que dar. Y se han ofrecido dos:
La economía no es una ciencia exacta. Es la que se ha transmitido al gran público, y sin ánimo de hacer sangre, suena a excusa de patio de colegio. Porque una cosa es equivocarse en unas décimas en tal o cual previsión, prever las consecuencias de súbitas guerras, conflictos políticos o accidentes financieros localizados, y otra bien distinta, asumir y pregonar a los cuatro vientos que la economía mundial va en una dirección, cuando en realidad va exactamente en la contraria.

martes, 31 de enero de 2012

Mujeres con gafas de Luna

Portada de Fran Feo Flip
Como veníamos anunciando Mujeres con gafas de luna, última obra de Juana Santana, ha sido editada en papel por Ediciones Idea-Aguere, por lo que la podrán encontrar en las librerías a partir de hoy. Esta novela viene a completar una trilogía de la que forman parte Todos contra la pared y La suerte de la memoria.
La portada es obra de Fran Feo Flip, decir que la imagen que ven de la portada está tomada con baja resolución por lo que no se aprecia bien el  trabajo de Flip, desde mi punto de vista (tengo el libro en mis manos) una portada excelente que conecta directamente con la esencia del texto, que por otra parte se muestra desprovisto de subterfugios para enseñar directamente lo que importa, lo que la escritora quiere decir y dice... Les animo a comprar esta obra no muy extensa en su número de páginas (82) pero que encierra un corpus repleto de sensibilidades y sensaciones que nos incumben o nos han afectado a todos alguna vez...

Sinopsis:
Lucía aborda su propia madurez ayudada por la presencia inevitable de una niña que no es otra que ella misma, en un trasunto del tiempo se analiza el mundo y los cambios desde los ojos de la niña y de la mujer, tiene que despedirse de la juventud y dejar marchar a la niña. Un suceso inesperado le permite ese tránsito ineludible y le abre caminos allí donde parecía que no había nada.

Si quieres adquirirlo en formato digital, está disponible aquí 

viernes, 27 de enero de 2012

EL HUERTO II

  Sección dedicada al comentario de la actualidad económica. 

                   



Por F. Herráiz                    
                                       

                                    “No sabemos lo que pasa, y eso es lo que pasa”
                                                                                    J. Ortega y Gasset.


23 de Enero de 2012. Hoy hablamos de:


Cuando éramos niños, uno de los acontecimientos más esperados y celebrados era ir a ver películas de romanos. Estaban las fieras, los gladiadores, los emperadores,... las traiciones. Pero sobre todo nos cautivaban las épicas batallas donde  incontables romanos se enfrentaban a miríadas de bárbaros, malvados persas, o esclavos rebeldes, pues por aquel entonces, todo el que llevaba casco, penacho y coraza era un romano.
Eran muchos, y a la postre - generalmente a nuestro pesar- siempre ganaban. El asunto solía terminar con un gran desfile de legionarios jaleados por el populacho enfervorizado.
Ya con algo más de edad,  en cierta ocasión me dijo mi padre: “Fíjate en ese viejo soldado. Ya ha pasado dos veces”. Y para mi consternación volvió a pasar otras dos. Me sentí confuso y estafado. De nada sirvieron las explicaciones y aquello de que solo era una película...y que bueno..., así se ahorraban algo de dinero... A mis ojos, el glamur romano se había evaporado, y decidí centrarme en piratas y bucaneros, pues parecían más de fiar.  A día de hoy, el Banco Central Europeo lo dirige un romano que, como es de esperar, conoce perfectamente el truco.

El pasado 21 de diciembre, el Banco Central Europeo (BCE) puso a disposición de 523 bancos de la zona euro 489.191 millones de €. Jamás se había visto cifra semejante (casi la mitad del PIB del Reino de España). El 18 de enero, el total de lo depositado por La Banca en el susodicho BCE ascendía a 528.000 millones. Es decir, el dinero ha salido `por una ventanilla y entrado por la otra.  Mario Draghi lo niega y argumenta que  “los bancos que han depositado el dinero no son los mismos que lo han recibido”.  ¿Qué ha sido pues del dinero retirado?  “Se ha invertido en la compra de deuda soberana” responde el romano. Veamos.

El Reino, por ejemplo,  tiene previsto emitir a lo largo de 2012,  86.000 millones en deuda a medio y largo plazo. Por otra parte, hay que pagar  92.200 de vencimientos de deudas anteriores. Lo  comido por lo servido, salvo 6.200  milloncejos  que han de salir de los impuestos para cuadrar las cuentas.
Así, la cosa queda de la siguiente manera: el BCE presta a los bancos, estos compran deuda pública que los estados utilizan para pagar a los mismos bancos deudas anteriores, estos para evitar sustos,  lo depositan en el BCE y todos contentos. En detalle, el asunto es algo más complejo,  pero lo cierto es que da  la sensación de estar viendo pasar una y otra vez al mismo viejo legionario romano. Y ya puestos, anuncia Draghi, para que andarse con mezquindades.  El mes que viene (febrero) pondremos el doble (1 billón de euros) en ventanilla.

Bien, estos son el tipo de cosas que dejan perpleja y desazonada a la población. ¿Qué se esconde tras estos malabarismos financieros? En realidad no es tan complicado. En Informe Coliflor comentamos como se crea y desaparece el dinero. En esencia, el mecanismo consiste en:

El dinero lo crean los bancos, ya sean centrales o privados, en forma de crédito o deuda.
Ejemplo. Se concede un crédito a 5 años a un particular para comprar un coche. Este ofrece como garantía una nómina lo suficiente estable y saneada  como para que el banco la acepte como garantía de la devolución del préstamo.  Lo mismo ocurre con el establecimiento de una hipoteca a 30 años, solo que la garantía es el propio inmueble.
El truco, el verdadero truco, consiste en que desde el preciso momento en que se firman los créditos, el banco pasa a ser propietario de un activo por la totalidad del mismo. Es decir, actúa como si lo hubiese cobrado ya en su totalidad, cuando realmente faltan 5 o 30 años para que esto suceda.
¿Qué pasa si el particular pierde el trabajo, o el valor del inmueble se degrada antes de cubrir el préstamo? Pues que  el activo pierde valor. O lo que es lo mismo, el dinero que se había  creado y dado por bueno, pues se asumía que  los créditos se iban a devolver,  simplemente desaparece. Cuando esto sucede de manera masiva, es decir, cuando un país o zona económica entra en crisis o recesión, las cantidades de dinero que se evaporan son monstruosas.
Así, lo que está haciendo el BCE (y el resto de banco centrales del mundo) es simplemente reponer o más exactamente, volver a crear el dinero desaparecido. 

A poco que se reflexione, se comprende que en periodos de expansión el dinero se crea con facilidad,  pues la mayoría de la población cuenta con poder adquisitivo para devolver  los créditos y mantener los precios de los inmuebles. Pero..., cuando las cosas se tuercen, no hay manera.
El BCE o la Reserva Federal americana pueden crear nominalmente cuánto dinero estimen conveniente, pero esto no quiere decir que exista. Es decir, que se puedan comprar bienes o servicios reales con él. Y a la vista están los datos.
El PIB de la Eurozona es de unos 10 billones de euros. Si sumamos todo el dinero que se ha creado en la zona euro desde el comienzo de la crisis (BCE; FMI, rescates a la banca, Fondo de Rescate a los estados, etc.) hablamos de al menos 3 billones. Es decir, un 30% del PIB.
Si este dinero hubiese bajado a la economía real, el resultado habría sido el equivalente a pisar a fondo el acelerador de los ya pasados de moda motores turbo. La producción, el consumo y la inflación se habrían disparado a niveles de euroburbuja. La realidad es que para los dos próximos años se espera recesión en la vieja y alicaída Europa.
Ergo, el destino del dinero que se está creando a mansalva se reduce a tapar las vergüenzas del sistema financiero y evitar un indecoroso derrumbe. 
La pregunta del euromillón es si el tinglado se sostendrá hasta la reactivación. Draghi  y sus romanos lo dan por hecho. Pero..., ¿y si no hay tal reactivación? También cabria preguntarse que actitud tomará la ciudadanía después de ver pasar tanto romano y perder todas y cada una de  las batallas.
Seguiremos informando.
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miércoles, 25 de enero de 2012

LEY DEL ABORTO

El ministro de justicia Alberto Ruiz Gallardón ha anunciado varias reformas que se llevarán a cabo en esta legislatura. Entre ellas asoma la promesa de modificar la polémica ley del aborto para que las menores no puedan abortar sin el consentimiento de sus padres. Damos pasos hacia atrás, una vez más la sociedad burguesa despliega sus alas hipócritas desatendiendo la problemática social y desprotegiendo a aquellos que realmente necesitan apoyo.
La mujer queda, una vez más, relegada a la voluntad del padre, tachándola de incapaz para decidir sobre su propio destino. Se pretende proteger el derecho a la vida, ¿pero que vida protegen?. Desde luego  que la de la adolescente no. Asegurar longevidad a este patriarcado es lo único que preocupa aquellos que se jactan de trabajar por una sociedad más justa e igualitaria. 
No se preocupan por aquellas menores cuyos padres las obligan a tener el hijo que no desean, las hacen presas de su propio cuerpo como si este no les perteneciera, condicionando su futuro y arrancando su derecho a elegir. ¿Que clase de adultas pretenden construir? Sumisas, condescendientes, frustradas, no corren la misma suerte que los varones de su edad que pueden actuar libremente sin tener consecuencias directas en su propia existencia. Ante la desigualdad de condiciones, en esta sociedad de moral desdibujada, miramos a otro lado.
Tampoco piensan en esas menores que por temor a la reacción de sus progenitores acuden a lugares de dudosa sanidad y practican abortos en condiciones indeseadas poniendo en peligro sus propias vidas, en silencio, encerradas en el miedo a su propio cuerpo, abrumadas por el poder de su propia carne.
Desde la infancia se le repite a la mujer que ha nacido para engendrar, ensalzando los esplendores de la maternidad para que olvide los inconvenientes que esto le supone en una sociedad creada por y para el macho.
Defiendo la capacidad de las mujeres para decidir sobre sus propias vidas independientemente de la edad que tengan. Debemos preocuparnos por dar a la adolescente las herramientas necesarias para dar pasos acertados en su camino, para que su voluntad pueda ser llevada a cabo. Darle la información necesaria para que no quede embarazada si no lo desea y servirle de  apoyo cuando se sienta abrumada por las circunstancias. Fomentar una sexualidad sana y libre de moralidades opresoras donde el propio cuerpo sea lo que es, nuestra única y verdadera propiedad privada.
Somos dueñas de nuestros cuerpos, de nuestras vidas. Levantemos la voz por nosotras mismas, por aquellas que siguen nuestros pasos, por aquellas que nos parieron y las que parieron a estas. Defendamos una maternidad basada en el amor y la voluntad, no dejemos que el miedo y la frustración castre nuestro destino.



                                Regina Zerené

domingo, 22 de enero de 2012

El azar de la literatura

                                             

Los libros siempre tuvieron el poder de encontrarme, me limitaba a ponerme delante de los estantes de las libreras y dejaba vagar mi vista con la mente en blanco hasta que uno de ellos me encontraba, cuando eso sucedía me lo llevaba a casa y lo leía casi siempre con voracidad.
Aglaja Veteranyi
Cada libro iba dejando un poso, un sedimento, que iba alimentando el azar para poder seguir siendo encontrada por ellos. El acto de leer siempre ha sido mágico, ni los años ni el número ingente de libros leídos han logrado quitarle esa magia.
Al principio atesoraba libros, no solo los deglutía y los incorporaba a mi bagaje vital sino que los quería poseer, de tal modo que con el tiempo me vi con un material bibliográfico demasiado grande, para alguien como yo, que nunca me había ocupado  en serio de tener  casa propia inquilina impenitente, viajera y díscola como soy, decidí con muy buen criterio, hacer uso de las bibliotecas públicas y es en ese lugar donde en los últimos días he sido encontrada por una novela de Aglaja Veteranyi escritora rumana completamente desconocida para mi hasta ese momento, el libro se llama: por qué se cuece el niño en la polenta.
Es la historia de una familia de artistas de circo que huyen de la Rumanía de Nicolae Ceausescu, y su hermana le cuenta múltiples versiones del niño que se cuece en la polenta para que el miedo la mantenga ocupada y no piense en lo que es realmente terrorífico, que su madre se caiga y muera.
Van de caravana en caravana, de hotel en hotel, la niña en cada lugar pone un trapito azul muy cerca de su almohada, es el mar, así siempre lo tiene cerca, cuando se va a dormir tapa el mar con el albornoz de flores de la madre para que no se la coman los tiburones.
La niña poco a poco con un lenguaje que a primera vista pudiera resultar naíf, nos va adentrando en un universo  femenino donde están ella, su madre, su tía y su hermana solo de padre, que se volvió loca porque su padre la quiere como mujer, por eso su madre a ella nunca la deja sola.
Él va y viene y a veces la madre dice que es su hermana delante de otros hombres, en esos casos la madre huele como otra persona y ella no la deja dormir en su cama, la madre duerme en el suelo y ella sueña con miedo porque se olvida que ya no está en su tierra donde ni siquiera en sueños se puede pensar libremente “porque te pueden llevar a Siberia,” sabe que no puede tampoco gritar “no grito he tirado mi boca a la basura”.
Relato lleno de imágenes, habla de la pobreza material de la que procede y de esa otra pobreza que mira con asombro en un Occidente donde son más importantes los perros que las personas, gente que tiene la ducha con el agua muy caliente y el corazón congelado.
La figura paterna es un payaso, no es triste, es solo un payaso, todos los payasos son tristes, siempre lo sospeché.
El circo tiene esa apariencia alegre donde parece que todos son una gran familia pero no es verdad, lo cierto es que bajo las carpas, en las jaulas de las fieras y en las caravanas se cuece como la polenta a muchos grados centígrados las penurias, la tristeza y la soledad, parece que la trapecista nunca va a caer, a veces sucede y se rompe el cuello, otras el león terminará arrancándole la cabeza  a la domadora, por eso la muerte es una invitada más a la mesa cada día, junto con los sueños de la tierra firme, de la casa grande y luminosa que nunca podrán llegar a comprar, entretanto la vajilla viaja en maletas y hay que reponerla cada dos por tres porque se rompe de tanto traqueteo.
“Cuando el niño se murió, Dios lo coció en la polenta. Dios es un cocinero, vive dentro de la tierra y se come a los muertos. Con sus grandes dientes puede romper todos los ataúdes.”
“Cuando cantamos siempre se me saltan las lágrimas. No aguanto la alegría”.
Es un gusto para mi presentarles, a quienes no la conozcan, a esta escritora rumana que murió prematuramente, y nunca vio publicada su novela, actriz y escritora, quiso dejarnos antes de irse definitivamente la historia de su infancia y adolescencia en el circo y en el exilio, exquisita y originalmente escrita, con sabor a polenta cocida, humilde pero muy nutritiva.
                                                                 Juana Santana

Aglaja Veteranyi
Por qué se cuece el niño en la polenta
Ediciones lengua de trapo SL.2001
www.lenguadetrapo.com

jueves, 12 de enero de 2012

Nunca

Silencio… No era posible. Nunca.
Quería, pero nunca.
Creía saber como, aunque quizá no. Tal vez algún día, quien sabe.
En algún momento lo creyó, pero ahora se preguntaba si de verdad estuvo segura. Si alguna vez prestó atención a la desnudez frente al espejo, y siendo honesta… muy a menudo fingió mirar, mantuvo la distancia de soslayo.
La distancia, corta casi siempre, inabarcable de todos modos, es densa, muy densa y su presencia no perdona. No abandona la inercia sangrante de dolernos, doblegarnos por no poder arrancarla, placenta que ata y alimenta la existencia. 
Recordó esos juegos sobre la hierba, en la infancia fresca,  inocencia consentida, la indolencia de simplemente ser. Foto casi soñada, reconstruida en el tiempo que asfalta esta tierra infértil, ojos entreabiertos de la consciencia, que casi siempre engañan, traicionan, por no poder abrirlos más, porque de tanto esfuerzo ya hasta las manos duelen. 
Y las llagas… cómo no hablar de las llagas, esas que se instalan ahí, pesada culpa, losa, erosión del tiempo.
Buscó ayuda de un alfiler alguna vez,  pero no sirvió de nada. Llaga o cicatriz, no podemos volver sobre lo andado.
Así que, quería saber, había llegado el momento. Ahora o nunca y se desnudó por primera vez.
Hacía frío en aquella habitación, casi tanto como dentro. Pero se desnudó. Y con los ojos cerrados se acercó al espejo, despacio, a tientas, para no adelantarse, para no correr. Palpó la sábana que cubría la imagen desde siempre y tiró. Al abrir los ojos, ahí estaban ambos desnudos, espejo y ella, ella y espejo, parte de una misma cosa, deudores uno del otro, tiempo olvidado. La ventana de camino a casa.
Volvió sobre sus pasos, apretó puños y muelas y miró. Dolía el frío, pero por primera vez, miró.

                                                                                                             Regina Zerené



martes, 3 de enero de 2012

Jorge Tamayo, pintor


Esta pintura representa a un "niño grande" que vive en Cuba, un luchador para la causa, llegará hasta el final de los proyectos que se plantee. Tamayo, lleva un revolucionario en su corazón, y qué es un revolucionario sino un niño inconformista, un joven rebelde un hombre consecuente. Me gusta mucho esta persona, en constante conflicto interior que se reinventa una y mil veces. Sabemos que las comunicaciones en Cuba van paralelas y coinciden en pocos puntos con las comunicaciones occidentales que prentenden otros intereses. Me gustaría que llegara este pequeño homenaje a su recinto, lo apreciamos en lo que vale, que es mucho, y le enviamos un abrazo cargado de amor y buenos deseos.


Jorge Tamayo, Cuba, 1998

La Candelaria de Adeje

                                                                                                  Fernando Herráiz Sánchez.                 ...

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