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FERNANDO HERRÁIZ | La Laguna
Mariano Rajoy
Mariano Rajoy, nacido a la sombra de Aznar y consciente de su escaso carisma |
A finales de agosto Mariano
Rajoy y Ángela Merkel se encontraron en Santiago de Compostela.
Parece ser que la canciller deseaba conocer el camino del santo,
y el presidente español le organizó un agradable paseo por la
campiña gallega. Se asegura que el ambiente fue cordial y
distendido. La renovación de los cargos claves de la Unión Europea
está a la vuelta de la esquina y Rajoy aprovechó para intentar
colocar a de Guindos y Cañete. Merkel apoyó públicamente al
segundo, por lo que en principio las fuentes no mienten..
Dos días después se hizo
público uno de esos proyectos-arcanos a los que nos tiene
acostumbrado el gobierno. Desde hacía algún tiempo las páginas Web
de La Moncloa y el Congreso albergaban un informe que había pasado
inadvertido. Se trataba de un documento muy técnico, redactado en
ingles, donde se informaba a algunos grandes fondos de inversión de
la intención del ejecutivo de recortar el gasto público en los
próximos dos años y medio en un montante de 50.000 millones de
euros. Hubo cierto revuelo informativo, y la dirigencia del PP. salió
al paso asegurando que tal recorte era el resultado de diversas
medidas que ya se habían tomado tiempo atrás, por lo que la
ciudadanía no debía alarmarse. Toda una vuelta de tuerca en la
política informativa oficial.
Pocos después (5 de septiembre)
el Banco Central Europeo adoptó medidas que, de llevase a cabo,
supondrán un cambio copernicano de cuanto se ha venido haciendo
hasta ahora: bajada del precio de el dinero prácticamente a cero,
condiciones más duras para la banca y un plan de estímulo de 400 o
500 millones de euros. Las dos primeras no suponen novedad alguna.
La tercera es otra cosa. En principio supone el fin formal de la
austeridad y el comienzo de la “expansión”. ¿Como digerir
decisiones tan contradictorias? Veamos.
Para Rajoy una nueva tanda de
recortes significa un serio contratiempo. Las elecciones europeas le
fueron bastante peor de lo previsto, y sus huestes están inquietas.
No es necesario recordarles que la salida del gobierno de Zapatero
arrastró a unos 30.000 cargos públicos socialistas. Alcaldes,
concejales parlamentarios, secretarios y subsecretarios..., buena
parte de la columna vertebral del partido se quedó sin empleo de un
día para otro.
Así se comprende que el PP
,mirando las barbas del vecino, intente cambiar in extremis la
normativa electoral. Conscientes del carácter chapucero del asunto,
el proyecto ha sido defendido con poca convicción y finalmente
abandonado. Al gobierno se le están agotando las bazas, y en lo que
queda de legislatura asistiremos a un despliegue mediático sin
precedentes. Se retorcerán las estadísticas, saltarán escándalos
y se atacará al adversario con una saña nunca vista..., al tiempo.
Todo en aras de ocultar una melancólica. evidencia..., el gobierno
está solo.
En los pasillos de las
instituciones europeas de Bruselas se hacen chistes y chascarrillos
sobre la arrogancia de las delegaciones españolas que por allí
transitan. Oliver Stone señalaba que una de las tragedias del siglo
XX fue el pánico que sintieron presidentes como Truman y Nixon a
ser tachados de débiles. La idea-imagen de un líder
fuerte es muy del gusto de la derecha española. Mariano Rajoy,
nacido a la sombra de Aznar, y consciente de su escaso carisma, a
tratado de cultivarla mediante una calculada lejanía y una actitud
coriázea en entrevistas y debates. Sin capacidad ni deseos de
alcanzar pactos relevantes, su mensaje se ha basado en la coartada de
la herencia recibida, el monolitismo de su partido y una auto
-propaganda, que fuerza de repetirla han terminado por creerse.
Porque los sistemáticos esfuerzos encaminados a hacer imposible
cualquier acuerdo o alianza con sus socios naturales no admiten otra
explicación.
Con la derecha vasca y catalana
ni se habla por razones de principios. Con el gobierno canario, ha
iniciado una guerra bronca y mal concebida. El asunto del petróleo,
en cualquier caso, es un negocio a largo plazo, por lo que no
es concebible que pueda prosperar sin algún tipo de acuerdo con los
responsables del archipiélago. Le queda el tanden
UpyD-Ciudadanos... y los socialistas.
En cuanto a los primeros,
Mariano se ha encargado de enrarecer el ambiente hasta extremos
sorprendentes. Sus debates con Rosa Diez en el congreso han sido de
los más agrios que se recuerdan, rompiendo puentes difíciles de
recomponer a toda prisa
En cuanto a los socialistas, es
de suponer que los malos resultados electorales, y el permanente
vapuleo a que han sido sometidos, grabe en la mente de su nueva
dirección los avatares de sus correligionarios griegos, que pasaron
de una mayoría absoluta en 2012, a un 5% de votos en las últimas
europeas. Las llamadas políticas de responsabilidad los han
dejado sin ninguna responsabilidad.
Estos son los resultados de un
líder fuerte. El PP se ha convertido en un apestado abocado a
conseguir mayorías absolutas o pasar a la oposición. Su único
aliado interno reconocible es la patronal...., y esto no basta para
gobernar. Así, su capital político queda reducido a ese 30% de
ciudadanos españoles que sea cual sean las circunstancias vota
invariablemente a la derecha. 2015 será el último año mariano, y
nuestro presidente se sacrificará en el altar de la austeridad...,
una austeridad que ya habrá pasado de moda cuando abandone el cargo.