Mariano Rajoy decía
el otro día en unas declaraciones al Wall Street Journal que la situación actual de
España era “fascinante” y no le faltaba razón, es fascinante
que el presidente eluda hasta el paroxismo dar explicaciones de sus
actos de gobierno en casa para luego en el extranjero arrancarse con
unas aseveraciones tan estrambóticas que suelen coger con el pie
cambiado a los analistas financiero y politólogos internacionales
que las escuchan o las leen, debe pensar don Mariano que los de
fuera son más merecedores de su cortesía que los paisanos y por
ello les obsequia siempre con una suerte de metáforas y de fábulas
verdaderamente deliciosas, algún día, si el suicidio, la
enfermedad o la muerte fortuita no me trunca tan alto propósito,
recopilaré todas las declaraciones de Don Mariano a la prensa
extranjera, casi siempre a la salida de los círculos donde se juegan
a las cartas el futuro del mundo, para una colección de humor de
una modesta editorial que lleva tiempo pidiéndome alguna cosilla
para publicar.
Para el
presidente de España es fascinante la situación desesperada de casi
seis millones de españoles, que al hecho lacerante de no tener
trabajo se le añade el de la ausencia total de alguna esperanzas
de conseguirlo, en una sociedad en recesión donde cada día los
autónomos se ven obligados a bajar la persiana y entregar las llaves
de sus pequeños negocios, con el dolor y el olor a fracaso que
impregna las calles del país, puedes sentirse y olerse a poco que
transites por cualquier, barrio, pueblo o marco incomparable.
En la España
Fascinante de Mariano Rajoy empiezan a barajarse cifras de niños qué
van cada mañana al colegio sin desayunar, que hacen una sola comida
al día y que ya empezado octubre aún no tienen el material escolar,
no son dos ni tres, se estima que en éstas condiciones están un
ochenta o un noventa por ciento de escolares que van a las escuelas
públicas, donde la administración ha empleado la tijera con tanta
saña que pareciera que en lugar de recortar partidas presupuestarias
quisieran recortar cabezas formadas, criticas y pensantes. El poder
nunca da puntada sin hilo y con estas premisas tendremos una
fascinante generación de niños famélicos viviendo un remakes de
la posguerra española en plena era de la tecnología, en perfectas
condiciones de ser explotados “como dios manda” expresión que
le gusta mucho usar a nuestro presidente.
Es fascinante ver
bailar con el paso cambiado a los palmeros del gobierno, altos
cargos, dirigentes, presidentes de diputaciones, ministros,
secretarios de Estado, delegados de gobierno, obispos y prensa adicta
al régimen, todos afanados en mandar globos sonda con propuestas
involucionistas, claramente fascistas y anticonstitucionales, en una
especie de partida de pin-pon donde uno tira la pelota, el otro la
recoge y la saca fuera, y finalmente el gobierno desmiente o desdice
todo lo anterior y cualquier parecido con la realidad es pura
coincidencia, sin duda este baile siniestro es fascinante.
También lo es
ver a los abuelos mantener con sus exiguas pensiones a sus hijos,
nieto y hasta biznietos, con la mano temblorosa y los ojos llenos de
lágrimas volver a casa de la farmacia sin comprar las medicinas,
porque tienen que decidir si compran éstas o el pan, y
después de toda una vida de trabajo honrado, y lo de honrado no es
una cuestión baladí, pues son los corruptos los que medran y ya no
sabemos bien que cosa es correcta, gente que en su vida no había ni
imaginado que podría robar no le está quedando más remedio que
llevarse sin pagar cualquier cosa para meter en el bocadillo, a
todas éstas los abuelos deciden, por supuesto, comprar pan para
llevar a casa.
Me gustaría
decirle a Don Mariano que el copago en sanidad, los recortes en
prestaciones sociales, ley de dependencia, educación, etc. afectan a
personas con terminaciones nerviosas y ojos, que sienten dolor físico
y dolor de corazón, que sufren y que no viven en las estadísticas
sino en los barrios, esos lugares de los que ustedes los políticos
habrán oído hablar.
¿Hasta cuándo
la demagogia y el nepotismo de la casta gobernante será llamado
justicia y las demandas del pueblo barbarie? ¿Cuándo será
condenada la ligereza de un discurso vacío que no mantiene ni
siquiera las formas y el respeto frente al sufrimiento de la gente?
.
En la España
fascinante de Mariano Rajoy moriremos todos y todas de esperar
justicia.
Juana Santana