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viernes, 27 de diciembre de 2013

El imaginario de Alonso Fernández de Lugo, y III.

                                    De secretos y traiciones.

                                                                                                    Fernando Herráiz

Escudo de los Lugo en Oropesa Puerto Espíndola

Los actores.
   En los primeros años del S. XVI el balance de los diferentes actores del asunto de Canarias era agridulce. Para Los Católicos, el resumen era claramente positivo...., pero en 1500 habían muerto sus dos hijos mayores, y la sucesión pasaba a Juana, casada con Felipe de Borgoña y Flandes, hijo del  emperador Maximiliano I de Habsburgo. La situación desbordaba los cálculos más pesimistas de Isabel y Fernando, pues independientemente del estado mental de la futura reina, era evidente que carecía de ambiciones políticas, y que el poder efectivo lo ejercería su marido.
   Felipe de Habsburgo era, a pesar de su juventud, un político con experiencia que se movía con soltura en las cortes europeas. Con 25 años había puesto en marcha una administración eficiente en Flandes. Por su talante, títulos y relaciones, era una figura emergente en el viejo continente, que contaba con un consejo asesor profesionalizado, y presumía de sentar a su mesa a Erasmo de Róterdam y a otros humanistas de prestigio. Su corte era sinónimo de lujo, boato y liberalidad de costumbres al estilo francés e italiano, vivo contraste con la austeridad, el rigorismo religioso, y el “enlutamiento” de la castellana.
  La disparidad de estilos de vida, intereses, y horizontes intelectuales fue recogida por diversos cronistas. En el norte del continente se gestaba la reforma protestante, y el debate giraba en torno a la autoridad, moralidad y competencias del papado, mientras que Castilla se afanaba en una política fundada en el acrecentamiento de la hacienda real, la unanimidad religiosa y la empresa americana...leer más 

lunes, 28 de octubre de 2013

El imaginario de Alonso Fernández de Lugo. I

De las Judeas Nueva y Pequenna.
Fernando Herráiz Sánchez

Sello de Salomón. Artesonado Iglesia S. Juan Bautista. La Laguna

    Interesante trabajo dividido en tres partes de Fernando Herráiz Sánchez con el que consigue arrojar luz sobre algunos episodios de este personaje y otros también relevantes en los tiempos de la conquista de Canarias y de su, cuando menos curiosa relación con el judaismo. En breve publicaremos la segunda y tercera partes que vienen a completar este trabajo de investigación.


A mediados de 1505 Alonso de Lugo anunciaba que “...antes de muchos tiempos verían maravillas en esta isla”i. Tenerife era entonces una incipiente colonia con menos de quinientos vecinos ocupados en afianzar una economía de subsistencia, y en la principal fuente de ingresos de la élite local: la exportación azucarera.
Tres años más tarde las maravillas se habían esfumado, y El Adelantado y su numeroso clan de parientes, criados, paniaguados y naturales de Gran Canaria, luchaban por conservar el poder en Tenerife y La Palma. La situación era delicada. Al de Lugo le habían retirado las varas de gobernación de ambas islas, y estaba formalmente acusado de grave deslealtad (traición) al rey.
El objetivo de esta serie de artículos es intentar desentrañar las claves de tan brusca mudanza, sus razones y sus consecuencias. Para ello es necesario situar a Alonso de Lugo y los suyos, en el contexto de los vaivenes experimentados por las monarquías peninsulares en los años mencionados.
Entre 1505 y 1508 las coronas de Castilla y Aragón cruzaron el punto de no retorno de lo que podría denominarse una cierta idea de España. El proyecto incorporaba un programa más o menos explicito que abarcaba todos los ámbitos de la vida social: economía, administración, política interior y exterior, cultura, ciencia, matrimonios, costumbres, tecnología, minorías étnicas... y religión. En definitiva, un completo ideario o imaginario colectivo que en sus líneas maestras permaneció vigente al menos cuatro siglos, y del cual no nos hemos emancipado completamente.
Es difícil exagerar la transcendencia de aquellos años. Vistos en perspectiva, existe cierto consenso en propugnar que los cambios introducidos por Los Católicos eran inevitables, pues sintonizaban con la marcha de los tiempos. Es opinable. Sea como fuere, lo que nos interesa señalar es el hecho de que paralelamente al plan de Isabel y Fernando, existió un ideario o imaginario alternativo. Un imaginario que tuvo oportunidad de triunfar.
También que el de Lugo y su clan participaron apreciablemente del mismo, y sus actos y movimientos son difícilmente compresibles sin referirnos a ambas posturas enfrentadas. El protagonismo del Adelantado no fue de primer orden. Pero tampoco se ajustó a lo que cabría esperar de un gobernador de colonia distante y de escasa relevancia económica. Sus habilidades políticas, la historia, y especialmente la posición geográfica del archipiélago, lo convirtieron en algo más que un simple peón. De todo ello hablaremos.
A estas alturas quizá parezca estéril u ocioso indagar sobre la identidad de Alonso de Lugo. Están disponibles multitud de artículos, semblanzas, genealogías, monografías, y un abundantísimo registro documental sobre el personaje. Sin embargo, llama la atención que hasta la fecha no se le haya dedicado una biografía de cierta entidad. Otros de menor relevancia la han merecido. A tenor de esta circunstancia, y de nuevos estudios y hallazgos documentales, no creemos impertinente comenzar preguntándonos ¿quién fue realmente Alonso Fernández de Lugo? ...seguir leyendo


La Candelaria de Adeje

                                                                                                  Fernando Herráiz Sánchez.                 ...

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