lunes, 28 de octubre de 2013

El imaginario de Alonso Fernández de Lugo. I

De las Judeas Nueva y Pequenna.
Fernando Herráiz Sánchez

Sello de Salomón. Artesonado Iglesia S. Juan Bautista. La Laguna

    Interesante trabajo dividido en tres partes de Fernando Herráiz Sánchez con el que consigue arrojar luz sobre algunos episodios de este personaje y otros también relevantes en los tiempos de la conquista de Canarias y de su, cuando menos curiosa relación con el judaismo. En breve publicaremos la segunda y tercera partes que vienen a completar este trabajo de investigación.


A mediados de 1505 Alonso de Lugo anunciaba que “...antes de muchos tiempos verían maravillas en esta isla”i. Tenerife era entonces una incipiente colonia con menos de quinientos vecinos ocupados en afianzar una economía de subsistencia, y en la principal fuente de ingresos de la élite local: la exportación azucarera.
Tres años más tarde las maravillas se habían esfumado, y El Adelantado y su numeroso clan de parientes, criados, paniaguados y naturales de Gran Canaria, luchaban por conservar el poder en Tenerife y La Palma. La situación era delicada. Al de Lugo le habían retirado las varas de gobernación de ambas islas, y estaba formalmente acusado de grave deslealtad (traición) al rey.
El objetivo de esta serie de artículos es intentar desentrañar las claves de tan brusca mudanza, sus razones y sus consecuencias. Para ello es necesario situar a Alonso de Lugo y los suyos, en el contexto de los vaivenes experimentados por las monarquías peninsulares en los años mencionados.
Entre 1505 y 1508 las coronas de Castilla y Aragón cruzaron el punto de no retorno de lo que podría denominarse una cierta idea de España. El proyecto incorporaba un programa más o menos explicito que abarcaba todos los ámbitos de la vida social: economía, administración, política interior y exterior, cultura, ciencia, matrimonios, costumbres, tecnología, minorías étnicas... y religión. En definitiva, un completo ideario o imaginario colectivo que en sus líneas maestras permaneció vigente al menos cuatro siglos, y del cual no nos hemos emancipado completamente.
Es difícil exagerar la transcendencia de aquellos años. Vistos en perspectiva, existe cierto consenso en propugnar que los cambios introducidos por Los Católicos eran inevitables, pues sintonizaban con la marcha de los tiempos. Es opinable. Sea como fuere, lo que nos interesa señalar es el hecho de que paralelamente al plan de Isabel y Fernando, existió un ideario o imaginario alternativo. Un imaginario que tuvo oportunidad de triunfar.
También que el de Lugo y su clan participaron apreciablemente del mismo, y sus actos y movimientos son difícilmente compresibles sin referirnos a ambas posturas enfrentadas. El protagonismo del Adelantado no fue de primer orden. Pero tampoco se ajustó a lo que cabría esperar de un gobernador de colonia distante y de escasa relevancia económica. Sus habilidades políticas, la historia, y especialmente la posición geográfica del archipiélago, lo convirtieron en algo más que un simple peón. De todo ello hablaremos.
A estas alturas quizá parezca estéril u ocioso indagar sobre la identidad de Alonso de Lugo. Están disponibles multitud de artículos, semblanzas, genealogías, monografías, y un abundantísimo registro documental sobre el personaje. Sin embargo, llama la atención que hasta la fecha no se le haya dedicado una biografía de cierta entidad. Otros de menor relevancia la han merecido. A tenor de esta circunstancia, y de nuevos estudios y hallazgos documentales, no creemos impertinente comenzar preguntándonos ¿quién fue realmente Alonso Fernández de Lugo? ...seguir leyendo


jueves, 26 de septiembre de 2013

La Cirila y el equinoccio de otoño

En una vida como la mía da tiempo a demasiadas cosas.
 Mi memoria está tan llena que a veces no lo soporto’

(Javier Marías)


Llueve de manera transversal, el otoño se estrena con esta llovizna incomoda, me compro un paraguas de tres euros con veinte en los chinos que resultó ser una mierda de paraguas, inútil contra esta lluvia ladeada que moja de abajo para arriba y me empapa la cara, las rodillas y el bolso de tela donde llevo un libro de Yasunari Kawabata.
Veo por casualidad pasar la guagua 016 y me fijo que lleva un rotulo de neón donde puede leerse “La Cirila”menuda sorpresa me tenia reservada el equinoccio de otoño, mucha gente ignorará, por ser demasiado joven para saber tal cosa, que La Cirila era una guagua enorme, chata,con cara de dibujo de Walt Disney y de color rojo, cuyo trayecto era San Benito, Rancho Grande, Barrio Nuevo y vuelta a empezar, todo ese viaje, que a mi me parecía de unas distancias enormes, costaba una peseta.
Los domingo por la tarde la cogía y me hacía el tour de los barrios periféricos de La laguna comiéndome un mulato o una bolsa de Munchitos, el conductor era siempre el mismo se llamaba Tomasín, un joven, diáfano, amable y de perpetua sonrisa.
Empezaba el trayecto en San Benito, donde recogía grupos de hombres, con palillos en la boca, que salían de los dos o tres guachinches* de la zona, famosos por su vino del país la carne cabra y otras exquisiteces locales, a los hombres el vino les alegraba y les soltaba la lengua, entraban a la guagua siempre vociferando bromas absolutamente enigmáticas para mi, el palillo lo pasaban de una comisura a otra de la boca entre grandes risotadas con mucha destreza.
El Rancho Grande era otra cosa, su nombre me evocaba las películas de John Wayne, el aspecto del barrio ayudaba mucho a esa evocación, la guagua paraba al final de un grupo de casas, construidos al borde de una carretera solitaria paralela a la pista de aterrizaje del aeropuerto de Los Rodeos, aquí subían o bajaban mujeres casi siempre vestidas de negro o con colores muy apagados, muchas veces portaban ramos de flores para sus difuntos, siempre paraban en el viejo Cementerio de San Juan, dejando tras de si un rastro de tristeza que yo no identificaba muy bien pero que podía oler.
La parada del Barrio Nuevo era en un puente sobre un barranco, allí transitaba gente más variopinta, grupos de chicos y chicas, y muchas parejas de novios,clientes todos ellos de extinto Cine Dácil, aledaño a la parada.
Descubrir hoy que la empresa de transporte recuperó el nombre de La Cirila para esa línea ha sido una grata sorpresa, tengo que felicitar al promotor de esta idea.
La Cirila me retrotrae a la infancia cuando la tomábamos para hacer el recorrido completo, sin ningún propósito, solo para mirar por la ventana con los ojos llenos de Domingo.
Llego a mi casa con el barrenillo de la guagua metido en la cabeza consulto en internet y descubro que la linea 016 de los transportes interurbanos de Tenerife desde mediados del mes de julio ha pasado a llamarse La Cirila. Si todo fuera tan fácil, y yo pudiera recuperar además del nombre de esa línea mi inocencia, curiosidad y sobre todo mis ganas de vivir, de aquella época.

*Guachinche: lugares donde se sirve rica comida casera y vino del país, muy apreciados por los amantes de la comida     tradicional Canaria.
 
Juana Santana

martes, 24 de septiembre de 2013

Anouar Brahem / The Astounding Eyes of Rita



 Música que me llega
  

    Anouar Brahem nos quita el corsé de la música rectilínea; una inmensa luz  se cuela por los oídos y sin que te des cuenta ya estás allí, cimbreando como el heno al viento, el  laúd en las manos de este maestro nos envuelve en una atmósfera diáfana, preñada de historias intemporales, una amalgama de sucesos donde todos aparecemos en algún momento para disfrutar de un recuerdo hermoso, sosiego en la vorágine de los días, nos aleja de la crueldad de los informativos y de la rabia, el mundo abrazado a la salida poética que le queda puede contar con esta hermosura. Cierro los ojos, ajusto los auriculares y disfruto de este trabajo que como los demás del autor me ayudan a meditar, a reinventar la concordia, el interés por la paz  que se torna importante nuevamente. “Los asombrosos ojos de Rita”, dedicado al gran poeta palestino Mahmoud Darwish, icono de la lucha por la libertad de su pueblo.
     Importante resaltar el aporte de los músicos escogidos, Klaus Gesing (clarinete bajo), Björn Meyer (contrabajo). Khaled Yassine (darbuka y bendir), crisol de estilos y culturas que convergen dando un resultado cuando menos fresco y atractivo para mis oídos ávidos de música que vaya más allá de lo meramente divertido. Compromiso, autenticidad y buen gusto.
      Anouar Brahem nace en Túnez en 1957, muy joven comienza su preparación musical en el conservatorio de música de Tunicia,  destaca como compositor e interprete del laud. A compartido escena y trabajos con grandes figuras del jazz como Jan Garbarek, Dave Holland, John Surman, Jean-Louis Matinier o Richard Galliano,  entre otros muchos. Me confieso admirador incondicional de su  trabajo, escucharlo nunca será una perdida de tiempo y probablemente ganaremos en sensibilidad y capacidad de asombro.

Jeromm

La Candelaria de Adeje

                                                                                                  Fernando Herráiz Sánchez.                 ...

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