El mundo es ancho y ajeno
( Ciro Alegria)
Si yo Nunca me quise
atar a una hipoteca y siempre viví de alquiler con rentas muy
sostenibles, pocos muebles y equipaje ligero por si la vida me
ofrecía algo mejor en otro lugar, si no sucumbí al influjo del
dinero plástico ni al consumo convulsivo de gilipolleces y fui
sobria, no entiendo bien eso de colgar cosas en mi cuerpo que no me
sirvan para abrigarme en invierno o refrescarme en verano, si nunca
me apunté a vuestro festival del despilfarro, por qué ahora tengo
que pagar a pachas las consecuencias de vuestros delirios de
grandeza,
Si no creo en
dios, y no siento ningún respeto por la sangrienta y
multimillonaria Iglesia Católica, por qué tengo que ver como acaban
con la escuela pública, que debería ser garante de la educación
para la dignidad de todas las personas por igual sin distinción
ninguna de etnia, credo, sexo o poder adquisitivo, y ver como con
mis impuestos favorecen sin pudor a las escuelas privadas para
ricos y para católicos ricos.
Por qué cuando
me habéis contado el cuento de la democracia me hacéis jugar con
las cartas marcadas de forma que siempre ganáis los mismos, los que
no cuestionan la injusticia y la desigualdad, los dóciles a las
grandes fortunas, los corderos que no dudan frente al pastor en
despeñarse por un acantilado si éste se lo pide, arrastrándonos a
los demás, a los inocentes, a los que nunca dejasteis participar del
festín cuando las vacas eran gordas, y vosotros pacíais ahítos de
migajas bajo las mesas de los poderosos. Cada cuatro años bajáis a
las cloaca a pedir el voto que os permita acumular posesiones,
privilegios, cada vez más alejados de la realidad, cada vez más
miserables.
Por qué se
tolera la mentira, la doble moral, la ley del embudo y votáis a
gente que sabéis con total seguridad que va a apropiarse y acumular
como una urraca cualquier cosa que brille, sin medida, dejando
vacías las arcas del bien común, produciendo dolor y muerte , la
avaricia supera los limites del sentido común y repugna a cualquier
persona que tenga un poco de empatía, los psicópatas se
caracterizan por no tenerla, eso es lo que sois vosotros, los
neoliberales, los defensores al ultranza de la libertad económica,
psicópatas sanguinarios sedientos de oro, de poder y de sangre
humana.
No cabe duda que
lo estáis consiguiendo, muchas personas se suicidan al darse
cuenta de la magnitud de la mentira en la que han vivido siempre,
cumpliendo con dios y con el César, se ven con una edad madura y
poca energía para remontar, prefieren quitarse del medio que
rebuscar en la basura para poder comer, porque le contaron que si
trabajaban honradamente, ahorraban y no blasfemaban, no iban a
tener nunca que rebuscar en un contenedor de basura o en una cola de
Cáritas para comer, les habéis mentido, y de todas las mentiras
que decís a diario ésta es la más grave porque ésta mata, y se
quitan la vida porque no quieren dar ese espectáculo lamentable a
sus hijos, no quieren ser una carga en esta larga travesía hacia la
nada en la que vuestra avaricia nos ha embarcado.
Ahora pretendéis
que veamos como ostentan las urracas, como viven los delincuentes,
los mentirosos, los corrompidos, en silencio, sin protestar, para no
perturbaros mientras le dais la puntilla a nuestras vidas, pretendéis
que seamos tan estúpidos como para esperar algo bueno de vosotros.
Visto lo visto no
queda mucho más que hacer que morir en cualquiera de los supuestos
que nos habéis habilitado para ello, por depresión y tristeza al
perder cualquier esperanza de vivir con dignidad, por enfermedad
porque habéis secuestrado también el derecho a curarnos cuando
enfermemos , a paliar el dolor los que arrastramos una enfermedad
crónica, a que podamos cuidar nuestros dependientes o nos cuiden
cuando nos podamos valernos por nosotros mismos, o en la trinchera
luchando contra vuestros perros que pagamos para que defiendan este
estado de cosas tan infinitamente injusto y vuestra casta de mal
nacidos, moriré matando si puedo y os dejo en herencia mi maldición
y más absoluto desprecio.
Juana Santana