"Nos educan para ser productores y
consumidores no para ser hombre libres"
José Luis Sampedro
Foto: Pedro Torres |
Hoy en mi
paseo cotidiano me adentré en una zona residencial y por fuera de un
suntuoso chalet vi una mujer sentada en una escalinata que
pareciera de cartón, muchas veces me ocurrió lo contrario,
cartones que semejaban gente, es pecar de soberbia decir tales cosas,
la enfermedad llega y destruye, verlo en alguien con quien te cruzas
en la calle y que no es más que una ruina andante o te deprime
muchísimo o te hace sentir lozano e inmortal dependiendo del grado
de estupidez con el que estés gestionando el día, conservar un poco
de dignidad en estos tiempos de expolio generalizado a la ciudadanía
es un ejercicio para equilibristas, no es tan sencillo en este
momento andar por la calle y no parecer un muerto viviente si no
perteneces a la casta de mal nacidos expoliadores.
cuando
camino por la ciudad Centro la encuentro tan accesible y abierta a
mis deseos que es como si me follara, hoy me apeteció de pronto
cruzar la plaza de San Benito, en lugar de bordearla como hago
siempre, y la crucé.
Es una
placita recoleta con una ermita construida en 1554 y de arquitectura
básicamente estilo mudéjar, si pones atención puedes escuchar el
sonido de los siglos al abrigo del tiempo, los lamentos de los
animales que transitaban en las carretas para dirigirse al centro,
donde vivían los señores ,adelantados, corregidores ,curas,
militares y demás patrocinados de Castilla asentados en la otrora
oscura y medieval ciudad de San Cristóbal de La laguna
San
Benito también es un lugar para la magia, aquí a lo largo del
tiempo han vivido más de un curandero o curandera que con rezos y
emplastos curaba tanto al pueblo llano como a los señores.
Continúo
andando por la calle trasera hasta llegar al parque La Libertad y
hacer un alto y con la excusa de tomar café mear.
Luego
seguiré a tope, hoy quiero andar 2 ó 3 horas, hecho de menos un
poco de compañía pero es muy importante que aprenda a pasar mucho
tiempo conmigo misma, haciendo cosas que no tengan que ver con nadie
ni para bien ni para mal, conócete a ti mismo, rezaba por fuera del
oráculo de Delfos, y no es una cuestión de poco peso especifico ni
fácil de lograr, conocerse a una misma y aprender a quererse es la
clave de la evolución emocional y de la felicidad que viene
inmediatamente después de aceptarte tal como eres.
Sigo
andando por todo el Camino Largo un encantador paseo con palmera
llamadas científicamente Phoenix Canariensis tienen más de 80 años
son unas doscientas aproximadamente y gozan de una estupenda salud,
están colocadas paralelamente y sumergen al paseante en esa ilusión
tropical de sombra, frescor y recogimiento que invita a la reflexión,
a la lectura o al amor, porque es también un lugar para el amor
sobre todo el amor adolescente, en sus bancos casi todas y todos los
laguneros nos hemos dado los primeros besos a lo largo de los
tiempos, costumbre que por fortuna no se ha perdido.
Continúo
por el Camino las peras me parece que me sigue un Mercedes-Benz, es
la tercera vez que me lo cruzo en este sendero comarcal, apunto la
matricula y la envío por teléfono por si me ocurriera algo, si me
encuentran descuartizada en cualquier barranco ya tienen una pista
para empezar a investigar, no soy tonta y me coloco por donde se me
pueda ver bien desde las casas y la carretera, no se qué puede
querer de mi el tío del Mercedes pero desde luego fácil no se lo
voy a poner. Posiblemente sea solo una coincidencia, puedo ver bien
al conductor es un hombre mayor con pinta inofensiva, me hago a un
lado para que pase el coche y le hago una foto con el móvil
asegurándome que él me ve, ha sido mano de santo, no le volví a
ver más.
Ya de
regreso al Centro en plena calle peatonal visito la Fundación
Cristino de Vera que en esta ocasión ofrece al público una
exposición de bonsáis.
Qué
fascinante es la cultura japonesa, este arte milenario es de una
belleza brutal, me preguntaba si los árboles sufrían con estas
técnicas, tiene un olmo cuando nace la aspiración de ser un olmo
grande y dar sombra y cobijo a los animales o por el contrario no le
atribula en absoluto crecer en una maceta y ser un olmo enano toda la
vida, respeto mucho los árboles y no quisiera estar traicionándoles
con estas visitas a exposiciones de bonsáis. Me apunto la duda para
preguntar a algún amigo o amiga botánico, biólogo o naturalista
que me pudiera responder.
Luego fui
al Convento de Santo Domingo y vi una exposición llamada Tránsitos,
trataba sobre los campos de
refugiados producidos por la guerra, son tantas las imágenes que
consumimos a diario derivadas de las guerras que nos hemos
inmunizado, nadie se escandaliza porque la gente tenga que abandonar
su casa, su escuela, su pueblo e irse a un campamento a vivir con la
amenaza continua del ataque sorpresa, gente que nunca ha fabricado
armas, ni invadido países, inocentes en definitiva sacrificados por
los hipócritas, los lobos con piel de cordero, los gobiernos en
connivencia con los fabricantes de armas, en fin, una vergüenza,
solo se puede ayudar a paliar los efectos de la barbarie en esos
campos de refugiados intentando que la gente tenga una vida lo más
digna posible, visitar estas exposiciones que se hacen para recaudar
fondos puede servir para ayudas urgentes, las mantas, medicinas o el
café del día a día lo cual no es poco, porque la vida hay que
vivirla en el plano real y cotidiano no en las cifras, estadísticas
o planificaciones , pero el problema de los refugiados y de las
guerras que producen los refugiados no se resuelven con ayudas
solidarias sino con un cambio global del orden mundial que nos tiene
sometidos para satisfacer los intereses de una casta maligna que
gobierna al mundo y ha hecho de la avaricia un valor y de la guerra
un arte.
Regreso a mi casa un poco más cansada de lo que salí y con ganas de
contar el paseo porque como diría José Luís Sampedro es nuestra
obligación ser caja de resonancia de la cultura, el conocimiento o
el arte, difundirlo para ayudar en alguna medida a que la gente
salga de la alienación y del ostracismo que fomentan desde arriba
para tenernos atados en corto, dóciles y manipulables, el
conocimiento, la educación y la cultura nos hará libres y este post
a modo de matrioska conteniendo un batiburrillo de géneros a saber,
relato, post, crónica sin llegar a ser ninguno no es más que un
ejercicio de libertad estilística y de confianza en el género
humano.
Lo que da de sí un paseo por La Laguna.
Juana Santana
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