Palancazos

Esperanza Aguirre no puedes engrilletar la música:

Me cago en tu padre te enseña modales

 

       Antro. Tu padre. Pedazo de mierda. Interludio, excelentes y certeros términos para definir la situación política, económica y social que vive el llamado primer mundo, y que cada día que pasa, parece más una jodida mueca, una burla del diablo que nos emborrachó de avaricia, prepotencia y estupidez y ahora se ríe una vez conseguido el objetivo, los que creen que de verdad viven en el primer mundo, en un Estado de derecho y demás patrañas es porque nunca dijeron “no” a algo lo suficientemente alto como para que estos perros escucharan.

Antro. Tu padre. Pedazo de mierda, no son otra cosa que títulos de canciones, que ha quedado demostrado que acojonan mucho al Sistema, jueces, gobierno, policía nacional, secreta, anti disturbios y medios de prensa asalariados y palafreneros de Españistan, madrugaron el pasado viernes 22 de junio para asaltar una casa de estudiantes y músicos en Lavapiés Madrid, sacarlos esposados como delincuentes y extender el rumor de que habían dado el palancazo en el metro de Madrid y les iba a caer la del pulpo, resultaba tan cómico ver a periodistas que hasta ahora me habían parecido solo señores viejos y fachas, convertidos en babosos demagogos mentirosos, diciendo auténticas burradas de estos chicos y metiéndose además con su música, disciplina que practican y que los susodichos periodistas tendrían que nacer de nuevo para tan siquiera entender un cincuenta por ciento de su valor, calidad y verdadero significado, decía un viejo consejo popular que nunca hables de lo que no conoces, consejo que estos honorables señores se han pasado por el forro de sus arrugados cojones.

El verdadero problema es que un medio de transporte utilizado mayoritariamente por las clases populares suba tanto de precio que se convierta en articulo de lujo para esas clases, mientras los que recaudan van envenenando el aire con sus cochazos de alta gama, estos “pollos” empresarios, políticos, y periodistas, que jamás suben al metro de Madrid son los que ordenan que un despliegue policial sin precedentes se destine a sacar de su casa a unos jóvenes, que dormían en su cama plácidamente, a las siete de la mañana bajo una nube de flashes y de cámaras de televisión. Aquí ni presunción de inocencia, ni derecho a la intimidad, ni secreto de sumario ni respeto a las familias de esas criaturas, Esperanza Aguirre se salta la ley cuando le sale del coño y todos a callar, con ese ejemplo que dan los dirigentes quieren después jóvenes disciplinados y respetuosos con la ley establecida.

No hay mejor método pedagógico que el dar ejemplo con las propias acciones, este Sistema esta enseñando a sus jóvenes a ser tramposos, sucios, patrañeros y violentos, a su imagen y semejanza, al poder le vale todo con tal de perpetuarse, ejerce una violencia mucho más cruenta que la que pudieran ejercer contra sus pueblos los, por la prensa burguesa, llamados dictadores del tercer mundo, algunos solo por no ceñirse a los presupuestos del pensamiento único.

La violencia del Estado va dejando una ristra de daños colaterales, padres, hermanos, abuelos, personas ajenas a las cloacas del poder y la política y que ver en el telediario a sus hijos, hermanos o nietos les supone el trauma más grande de su vida cuyas consecuencias no son cuantificables ni imputables quedando impunes como todos los crímenes de Estado que se realizan cada día, si esos niño hubieran sido hijos de algún político, juez o prócer de la patria y aunque de verdad hubieran matado a alguien, estoy segura que se les hubiera detenido con discreción y garantías, pero como no es el caso, se les puede vilipendiar, “calumnia que algo queda”.

El verdadero motivo para todo este despropósito del caso de Me cago en tu padre y cuatro estudiantes más detenidos en su casa de Lavapiés es doble, por un lado criminalizar cualquier protesta ciudadana y meter miedo para prevenir otras que pudieran venir y por otro, ensuciar una vez más la imagen de Lavapiés el barrio más bonito, pintoresco y vivo de Madrid, donde conviven diferentes culturas solidariamente junto con los movimientos ciudadanos , asuntos éstos que ponen muy nervioso al poder.

Me preocupa mucho el enorme poder que tiene el Estado con sus largos tentáculos para con total impunidad jugar con la vida de la gente como si se tratara de un jodido ajedrez, si necesitan financiación para sus vidas muelles y sus privilegios de casta no dudan en delinquir y si la bomba fétida de su corrupción y avaricia le revienta en la cara lo pagamos los de siempre, los que viajamos hacinados en los medios de transporte públicos en las horas puntas, para acudir a un trabajo precario con un salario de miseria y unos derechos laborales de cartón piedra.

Les enseñamos a nuestros hijos a ser solidarios a luchar contra la injusticia a tener algunos principios básicos que los convirtieran en buenas personas, en el sentido que decía Machado

“... Pero mi verso brota de manantial sereno; y más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.”

Y cuando hemos conseguido criar unos ciudadanos decentes llega Esperanza y los encierra.

Juana Santana

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