jueves, 4 de agosto de 2011

Un cuento chino o la vaca que cayó del cielo


     A veces una guerra, un parto desgraciado o una vaca caída del cielo, pueden marcar hasta el punto de ser capaces de dar carta de naturaleza al carácter de una persona. En un cuento chino Roberto (Ricardo Darín) sobrevive a todas las muertes cantadas, la primera de todas hubiera podido ser la del parto, donde todo se complica y la madre muere dejándolo solo con un padre que si bien no aparece físicamente en toda la cinta es determinante para el clímax de la historia, la presencia del padre se adivina en el marco donde se rueda, un lugar sombrío y decadente que se mantiene en pie gracias a las manías y los rituales obsesivos del protagonista, el espectador queda cautivado y entra sin dificultad en el mundo   sofocante de Roberto, mientras  pasan los minutos sin acción aparente  y hay que  ubicarse en él para poder entender el  principio de todo.
   A pesar de su estrella nefasta Roberto  al cumplir  diecinueve años, marcado por la fatalidad o la buena suerte vuelve a sobrevivir cuando todo presagiaba lo contrario, esta vez a una guerra  absurda como todas y cínica como pocas (la guerra de Las Malvinas).
  Entretanto aparece un chino que no habla ni una palabra de castellano y al que marcó una vaca que cayó del cielo. Entre el chino y Roberto se crea un vínculo alrededor del cual gira todo el relato.
  La crítica especializada ha relacionado esta Opera Prima de Sebastián Borensztein con Amelie, es cierto que comparten algunos elementos fantásticos como la vaca que a priori parece caer del cielo sin causa aparente o el carácter con rasgos autistas de Roberto, en un cuento chino, que pudiera tener alguna similitud con el de Amelie, en la cinta francesa, más allá de esos detalles creo que hay bastante distancia entre una película y otra, aunque en las dos hay una marcada componente fantástica, insertada de tal modo en lo cotidiano, que no necesita movernos de plano ni desafiar nuestro espíritu pragmático para manifestarse en toda su riqueza.  La fantasía de ambas películas es de distinta naturaleza aunque al final los puntos de confluencia no sean tan diferentes.
   Estos ingredientes mezclados y agitados convenientemente nos dan como resultado un personaje hosco, ensimismado, maniático,  que tiene muchos problemas para comunicarse con los demás.
  No en vano, la película empieza con un plano interminable de Roberto contando tornillos detrás del mostrador de una ferretería de barrio que podía tener más de doscientos años, no es fácil comunicar toda la riqueza y las contradicciones de un personaje, a priori antipático, pero que al tornillo cincuenta ya todos sabemos que es un gran tipo.
  Lograr esta empatía con el público  haciendo algo tan prosaico como contar tornillos  precisa  disponer de un gran actor y por supuesto Ricardo Darín lo es sin lugar a dudas, es un actor muy atractivo   a pesar de no dar para nada la talla de galán al uso, no es un tipo que destaque por su apariencia atlética o fornida, no anda cuidadosamente rasurado y su rostro es un mapa donde se marca la vida, intensamente vivida, con  sus arrugas sin subterfugios  que nos lo hacen  más cercano, la expresividad y belleza de su rostro no necesita trucos ni afeites para ser una apuesta segura en cualquier proyecto de cine con aspiraciones de calar en el público, por eso un cuento chino es también una  historia de amor, como toda comedia que se precie y cuenta para ello con una Muriel Santa Ana que está soberbia dándole la réplica a un Ricardo Darín , atormentado, tierno y esquivo como la vida misma.  El mejor y más creíble, como nos tiene acostumbrados en su larga carrera cinematográfica.
  Para saber si el final es no feliz habrá que ir a verla, apostillo para concluir, que es  una costumbre muy saludable ver cine que se salga de la factoría Hollywood, soy una entusiasta del cine en castellano sin importarme el país de referencia.
  Juana Santana (La laguna- Tenerife)

viernes, 15 de julio de 2011

Yovani Bauta

Transgresión
Acuarela sobre papel
 72x50
de la serie "los caminos de Parménides"
1994/5

Nació en Matanzas, Cuba, Yovani Bauta, Estudió en la Escuela Nacional de Arte de la Habana, durante las décadas de los 70, 80 y parte de los 90, exhibió su obra en Cuba. A mediados de los 90, vivió en las Islas Canarias y en Madrid, España, donde impartió clases de dibujo y pintura. Llegó a los Estados Unidos a finales de los años 90 y de inmediato, formó parte como pintor, en la comunidad artística de Miami. 
Yovani ha expuesto en galerías y museos tanto a nivel nacional como internacional. Hoy es profesor de pintura en el "Miami Dade College",  campus interamericano.

                                                                  Torso  (Disponible)
     Su obra actual, "los órganos de asignación", una serie de pinturas, grabados y dibujos, se muestra actualmente, en lugares de Estados Unidos y de Europa.   

domingo, 3 de julio de 2011

Carta a Manuel Vicent a propósito de “Verás el cielo abierto”*


Querido Vicent: al terminar de leer su obra: “verás el cielo abierto” entendí, junto con usted, que nos puede ir de una u otra manera después de la muerte ; se puede crecer, incluso aprender, para más tarde volver a morir definitivamente. Usted evoca ésto que le digo, en un pasaje de la novela, recordando una niña que murió en uno de tantos episodios de la guerra civil española que pueblan el libro. Se puede uno morir con la primera bocanada de realidad o de conciencia, aprender y ser mejor para caminar con tiento y dignidad hacia la muerte definitiva.
Me entretengo en calcular el tiempo que lleva usted en este mundo, si tenia seis meses en 1936 cuando estalló la guerra, habrían de pasar aún veinticuatro años para que yo naciera en 1960, y hacia esta cuenta por ver si la vida podría barajar la posibilidad de que usted y yo coincidiéramos, ya viejos ambos, bajo algún cielo abierto después de tantas muertes pasadas, en cualquier lugar tomando cualquier cosa.
Entonces le explicaría como buenamente pudiera y corriendo el riesgo de aburrirle, como sus artículos de la contraportada de El país, daban forma hermosa y coherente a todo lo que yo pensaba, vislumbraba o sospechaba de la realidad que entonces nos tocó vivir, en esos años de transición de la dictadura a ésto que tenemos ahora, y que me resisto a llamar democracia, porque me cansé ya de ser yo quién ponga siempre la moderación frente a los excesos de los demás.
Usted nos daba argumentos para rebelarnos y rebatir el discurso imperante en aquellos años y que no difiere mucho del que mantienen ahora, los mismos, aquellos que como su padre estuvieron empeñados en que dios y la iglesia lo malograran, dedicándose a su ministerio, dudo mucho que entre esos rufianes usted hubiera podido morir de a poco para aprender a ser enorme como ha sido en la literatura, un mundo mucho más flexible con las debilidades y menos reñido con la verdad y la justicia.
Hoy he descubierto a otro Manuel Vicent, el escritor que mejora al articulista que creí inmejorable.
Entre toda las reflexiones que hace usted en la obra que todavía me late en los dedos,abundan destellos de magnifica literatura universal, de una belleza tan brutal que me apabulla, haciéndome sentir un gozo estético sólo comparable al que pudiera producir la naturaleza salvaje, en algunas de sus múltiples estampas.
Afortunadamente me queda un montón de libros suyos que leer, supongo que no será casualidad que al elegir leer su libro de todos los disponibles en la biblioteca, he visto el cielo abierto.



Juana Santana


*VERAS EL CIELO ABIERTO Manuel Vicent Imagen Edición de bolsillo. Imagen EDICIONES ALFAGUARA, S.A. - GRUPO SANTILLANA 2005
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domingo, 8 de mayo de 2011

fEO_fliP

       
globoflexia occidentAL. Catalunya
Hola navegantes. Hoy les hablamos de un autor polifacético que experimenta en varios frentes, fRANk fEO fliP nos deleita con sus incursiones en los diferentes ámbitos de la plástica, podríamos decir que es un artista de la calle, se pueden encontrar en diferentes ciudades del mundo muestras de su arte grafitero. De espíritu viajero fEO fliP necesita concienciar a las almas que viven en la ciudad, que no todo está perdido, que hay caminos alternativos, que se pueden tomar para volver al ser humano que dejamos algún día atrás, por convertirnos en depredadores de nuestras propias entrañas. También se encierra en su zulo particular para trazar ideas detalladas, planos esquematizados, historias cruentas y algunas sugerencias acerca de como estamos tratando a nuestro mundo... En fin, un personaje del renacimiento capaz de conjugar los diferentes lenguajes de esta modernidad que nos envuelve. Me dejo llevar por su mitología más allá de la norma y de los esquemas preconcebidos.
Fragmento de Globoflexia
    

domingo, 17 de abril de 2011

Stunt

      Un lugar donde encontrarás siempre exposiciones interesantes, con una amplia trayectoria, es la sala Stunt, En :
 C/. Bencomo, 7
38201 La Laguna
Santa Cruz de Tenerife


Puedes visitar su página web donde encontrarás clasificadas todas las muestras que han tenido lugar en la sala. Recomendada


http://www.stunt.es/index.html

La Candelaria de Adeje

                                                                                                  Fernando Herráiz Sánchez.                 ...

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