jueves, 7 de marzo de 2013

AL TRAN TRÁN

Ayer, después de años oyendo hablar de ellos, me acerqué al teatro Alfil, en el centro de Madrid, para ver en acción a la compañía de comedia musical improvisada Al Tran Trán. Sentía una infinita curiosidad.
Entré, elegí mesa, pedí algo de beber al camarero y me preparé para disfrutar del espectáculo. El ambiente era cálido, invitaba a que me sintiese como en casa y aumentó mi inquietud, desde luego, este no iba a ser un espectáculo convencional.
Los actores se arrojaron al vacío de la improvisación en continua comunicación con el público convirtiendo así al espectador en un impro-espectador. No había agentes pasivos en aquel teatro y me hicieron viajar en el espacio-tiempo durante hora y media de función.
Gracias a la generosidad con que se ofrecen al espectador, la entrega en su labor de improvisar dejando a un lado el sentido del ridículo y la vergüenza, en un alarde de creatividad, talento, dedicación y amor, consiguieron que saliese de aquel teatro realmente conmovida.
¡Vivir improvisando! cantaban… el espectáculo traspasa las instalaciones del teatro y trasciende en mi, entre risas, chistes y situaciones inverosímiles, tomé conciencia de mi misma, olvidé por completo que era parte del público, era parte de ellos, o ellos parte de mí, no tan distintos unos de otros al fin y al cabo.
¡Vivir improvisando!, sin pudor de ser yo misma, sin miedo a arrojarme al vacío. Con el valor del que elije la vida como la más excitante de las drogas.

¡GRACIAS AL TRAN TRÁN!
Regina Zerené

La Candelaria de Adeje

                                                                                                  Fernando Herráiz Sánchez.                 ...

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